Signos de la enfermedad hepática crónica

Algunos signos suelen darse en niños que tienen enfermedad hepática continua (crónica). Estos signos no necesitan atención de urgencia. A menudo, se los puede tratar en las consultas clínicas periódicas con el proveedor de atención médica. Los signos pueden incluir lo siguiente:

• Huesos rotos (fracturas óseas). Pueden ocurrir con mayor facilidad si un niño tiene enfermedad hepática. Esto se debe a que la enfermedad hepática puede producir una disminución en el espesor de los huesos (densidad ósea). Si su hijo se fractura un hueso, busque ayuda médica de inmediato. Pero no es necesario informar de la fractura al proveedor de atención médica que atiende la enfermedad hepática del niño hasta la siguiente consulta.

• Picazón en la piel. Puede deberse a una acumulación de bilis en el cuerpo.

• Pérdida del apetito. Puede deberse a la enfermedad hepática. Puede hacer que el cuerpo no reciba la cantidad suficiente de nutrientes necesarios (malnutrición).

• Heces pálidas. Puede ser un signo de que el hígado no fabrica o no libera bilirrubina, que por lo general les da color a las heces. Las heces pálidas también pueden deberse a una infección o inflamación en el hígado. El color es gris o similar a la arcilla. Las heces pálidas también se llaman heces acólicas.

• Aparición de sangrado y moretones con facilidad. Esto puede ocurrir por la falta de vitamina K o si el hígado no puede usar la vitamina K que tiene.

Un niño con enfermedad hepática crónica también puede tener signos de malnutrición. Esto puede ocurrir porque el hígado no procesa los nutrientes. Un niño con malnutrición puede tener lo siguiente:

• Crecimiento deficiente o pérdida de peso porque el hígado no puede ayudar al cuerpo a usar la grasa con normalidad

• Raquitismo, una enfermedad que hace que los huesos sean débiles y blandos (poca densidad ósea). La debilidad es uno de los signos del raquitismo en los niños pequeños. Los niños mayores pueden tener las piernas arqueadas o costillas sobresalidas donde se unen al esternón. 

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Si su hijo tiene una enfermedad del hígado y tiene fiebre, llame siempre al médico.

Avise cuanto antes al proveedor de atención médica de su hijo o a la clínica si el niño tiene alguno de estos signos: 

• Ictericia. Los signos de ictericia pueden ser coloración amarillenta en la piel y en la membrana blanca de los ojos, orina oscura o heces de color claro. Esto puede deberse a una acumulación de bilirrubina. La bilirrubina es una sustancia amarilla que se produce por la descomposición de los glóbulos rojos. El hígado recoge la bilirrubina y la expulsa del cuerpo a través de las heces. Cuando hay algo que no funciona bien en el hígado o en los conductos biliares, la bilirrubina puede acumularse en el cuerpo.

• Dolor de vientre (abdominal). Puede ser un signo de infección o inflamación del hígado.

• Fiebre. Llame al proveedor de atención médica ante el primer signo de fiebre. El proveedor le hará preguntas para determinar si la fiebre se debe a un problema en el hígado o a otra causa.

• Hinchazón abdominal. Puede deberse a un agrandamiento del hígado o del bazo. También puede deberse a la acumulación de líquido en el abdomen (ascitis). La causa de esto puede ser una infección o presión alta en los vasos sanguíneos que suministran sangre al hígado.

Cuándo acudir a la sala de emergencias

Lleve a su hijo a la sala de emergencias o llame al  911 si tiene alguno de los siguientes síntomas:

• Alteraciones en el estado mental. Pueden incluir confusión, delirio, coma y somnolencia extrema. Estas alteraciones se deben a una acumulación de toxinas que, en condiciones normales, procesa el hígado. Son signos de que el hígado no funciona como debería.

• Vómitos con sangre. Es un signo de sangrado en el tubo gastrointestinal superior.

• Heces con sangre. Es un signo de sangrado en el tubo gastrointestinal. La sangre en las heces puede ser de color negruzco y alquitranado, rojo oscuro o rojo vivo.