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Si su hijo tiene un tumor cerebral

El cerebro forma parte del sistema nervioso del cuerpo. Este órgano controla la capacidad de su hijo para pensar, aprender, hablar, sentir emociones y razonar. También controla las funciones esenciales del organismo, como los movimientos, las sensaciones, la respiración y el ritmo cardíaco. La presencia de un tumor cerebral puede afectar el funcionamiento del cerebro de su hijo y poner en peligro su salud general. Es recomendable avisar al proveedor de atención médica de su hijo acerca de cualquier cambio de personalidad, de estado de ánimo o de comportamiento. En el caso de los niños más pequeños, si no se presentan los hitos del desarrollo será necesario ocuparse del tema. Estos incluyen gatear, ponerse de pie y caminar.

Hay muchos tipos de tumores cerebrales. El proveedor de atención médica de su hijo lo ayudará a entender el tipo de tumor que tiene su hijo y le dará más información sobre las opciones de tratamiento y los resultados que pueden esperarse.

Un proveedor de atención médica y una mujer que observan cómo un niño juega con juguetes médicos.
Un proveedor de atención médica, como por ejemplo un especialista en la vida infantil, puede ayudar a su hijo a lidiar con su afección, su tratamiento y su experiencia en el hospital.

¿Qué es un tumor cerebral?

Un tumor cerebral es una masa de células anormales que se forma en el cerebro.

  • Un tumor puede ser primario. Esto significa que comenzó en las células del cerebro. O bien, un tumor puede ser metastásico. Este tumor está formado por células cancerosas que se propagaron al cerebro desde otra parte del cuerpo. En los niños, los tumores primarios son mucho más comunes que los metastásicos.

  • Un tumor puede ser no canceroso (benigno) o canceroso (maligno). La mayoría de los tumores benignos están compuestos de células que crecen lentamente y rara vez se propagan. La mayoría de los tumores malignos están compuestos de células que crecen rápidamente e invaden el tejido cercano. Es más probable que se propaguen a otras partes del cerebro. Tanto los tumores cerebrales benignos como los malignos pueden constituir un peligro de muerte y requieren tratamiento.

¿Quién corre riesgo de tener un tumor cerebral?

Los tumores cerebrales pueden afectar al azar a niños de todos los antecedentes étnicos y edades. En la mayoría de los casos, no se sabe con exactitud la causa del tumor. Pero hay algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de que un niño tenga un tumor cerebral:

  • Los niños que tienen ciertas enfermedades genéticas son más propensos a tener tumores cerebrales. Esto incluye a niños que tienen neurofibromatosis o, con menos frecuencia, esclerosis tuberosa o síndrome de Li-Fraumeni.

  • Tanto la radiación hacia la cabeza como el tratamiento para otro tipo de cáncer pueden generar tumores cerebrales.

¿Cuáles son los síntomas de un tumor cerebral?

Los tumores cerebrales pueden tener efectos distintos en cada niño. Dependerá de dónde está localizado el tumor, qué tan grande es y de la rapidez con la que crece. Los síntomas frecuentes de un tumor cerebrales son los siguientes:

  • Dolores de cabeza recurrentes

  • Retrasos del desarrollo o regresión

  • Problemas de aprendizaje en la escuela

  • Pérdida del equilibrio

  • Dificultad para caminar

  • Crisis epilépticas o convulsiones

  • Problemas de la vista, el habla, la concentración, el equilibrio o los movimientos

  • Náuseas o vómito

  • Parálisis, debilidad o entumecimiento de una parte o un lado del cuerpo

  • Cambios de la personalidad, el estado de ánimo o el comportamiento

  • Aumento rápido del tamaño de la cabeza en los menores de un año

  • Somnolencia inusual o cambios en el nivel de actividad

¿Cómo se diagnostica un tumor cerebral?

Su hijo probablemente visitará a un neurólogo pediátrico o a un neurocirujano pediátrico para su diagnóstico y tratamiento. Ambos son médicos especializados en problemas neurológicos. Además, es posible que otros especialistas y proveedores de atención médica participen en la atención de su hijo.

Para confirmar el diagnóstico de un tumor, el proveedor de atención médica realiza una evaluación que incluye revisar en detalle los antecedentes médicos del niño. Se le pedirá que describa los síntomas de su hijo y los problemas de salud que el niño haya tenido. También es posible que le hagan algunas pruebas al niño, por ejemplo:

  • Examen neurológico. Se hace para determinar cuán bien funciona el sistema nervioso de su hijo. Durante el examen, el proveedor de atención médica evaluará la fuerza muscular, el equilibrio, la coordinación y los reflejos del niño. Es posible que también evalúe ciertas habilidades, como el pensamiento y la memoria, la vista, el oído y el habla.

  • Resonancia magnética o tomografía. Se puede hacer uno de esos estudios o ambos para obtener imágenes detalladas del cerebro. Estas pruebas permiten al proveedor de atención médica determinar el tamaño y la ubicación exacta del tumor. Para realizar cualquiera de estas pruebas, podría inyectarse un medio de contraste en la sangre por una vena. Este permite ver el tumor con más claridad.

  • Biopsia estereotáctica. Esta se realiza para obtener más información sobre el tipo de tumor y para determinar si es benigno o maligno. Durante este procedimiento, se toma un trozo pequeño (muestra) del tumor con una aguja y se envía a un laboratorio. Allí se analiza la muestra y se determina el grado. Este grado se basa en la diferencia de aspecto entre las células tumorales y las células normales. Brinda un indicio de la rapidez con que se forman las células tumorales y la velocidad con la que se propagan a los tejidos cercanos.

  • Cirugía del cerebro. Podría hacerse para la biopsia. O bien, puede realizarse para extraer tanto tumor como sea posible de manera segura. Luego se analiza el tumor para definir su tipo y grado.

  • Examen del líquido cefalorraquídeo. Este procedimiento también se denomina punción lumbar o punción raquídea. Se hace para determinar si hay células tumorales o sangre en el líquido cefalorraquídeo. También es posible que se haga para buscar marcadores tumorales que pueden encontrarse en el líquido cefalorraquídeo. Los marcadores tumorales son proteínas que fabrican algunos tipos de tumores.

¿Cómo se trata un tumor cerebral?

El tratamiento de los tumores cerebrales varía según el niño. Cada tratamiento tiene sus propios riesgos y complicaciones posibles. El proveedor de atención médica de su hijo analizará las opciones de tratamiento con usted. Muchos niños reciben más de un tipo de tratamiento. Los tratamientos pueden incluir lo siguiente:

  • Cirugía. Puede realizarse para tomar una muestra del tumor y analizarla o para extirpar el tumor tanto como se pueda.

  • Quimioterapia. Se usan medicamentos fuertes para destruir las células tumorales. Es posible que su hijo reciba uno o más medicamentos. Pueden administrarse por vía oral (por la boca) o por vía intravenosa (se colocan en un vaso sanguíneo). En algunos casos, los medicamentos se pueden inyectar en el líquido que rodea al cerebro y a la médula espinal (el líquido cefalorraquídeo). La quimioterapia frecuentemente se emplea junto con otros tratamientos. Se administra en ciclos para permitir que el cuerpo descanse y produzca nuevas células sanas entre un tratamiento y el siguiente.

  • Radioterapia. Se destruyen las células tumorales con haces fuertes de rayos X. Si su hijo necesita radioterapia, lo derivarán a un especialista llamado oncólogo radioterapeuta. Este médico le explicará los diferentes tipos de tratamiento de radiación y cuál es el mejor para su hijo.

  • Otros medicamentos. Su hijo puede recibir otros medicamentos para ayudarlo a tratar los síntomas y otros problemas derivados del tumor o del tratamiento. Por ejemplo, es posible que le administren esteroides para reducir la inflamación del cerebro. O se pueden usar anticonvulsivos para ayudar a prevenir o controlar las convulsiones. Quizás tenga que tomar antibióticos para tratar infecciones y podrían darle medicamentos contra las náuseas para ayudarlo durante los tratamientos de radiación o quimio. Y se le pueden administrar otros medicamentos según sea necesario.

¿Cuáles son los problemas a largo plazo?

En los últimos años, se han vuelto tratables más y más tumores cerebrales infantiles. El proveedor de atención médica de su hijo colaborará estrechamente con usted para garantizar que el niño reciba la mejor atención posible. Los resultados a largo plazo de su hijo dependen de muchos factores. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

  • La edad del niño y su estado general de salud

  • El tipo de tumor y su tamaño

  • Si el tumor crece en un lugar o si se propaga

  • La ubicación del tumor en el cerebro

  • Los tipos de tratamiento que se necesiten, como la radioterapia

Cómo hacer frente a la enfermedad de su hijo

Si a su hijo le diagnosticaron un tumor cerebral, sepa que su familia no tiene por qué enfrentarse sola a esto. Usted necesitará apoyo y puede que quiera obtener asesoramiento. Este asesoramiento puede ayudar a toda la familia a lidiar con sus temores e inquietudes. Busque la asistencia y el consuelo de sus amigos, recursos comunitarios y grupos de apoyo. Aprender lo máximo posible sobre la afección de su hijo y sus tratamientos podría hacerle sentir que tiene mayor control sobre la situación. Para obtener más información sobre tumores cerebrales, póngase en contacto con las siguientes organizaciones:

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